El dinero es un invento, un artilugio tecnológico que permitió aceitar e ir reduciendo los esfuerzos necesarios para el intercambio de bienes y servicios. Sustituyó al trueque, mecanismo con una intrínseca y patente ineficiencia por su necesidad de doble coincidencia de deseos entre las partes. El dinero es como el centro de gravedad, no existe como realidad en si misma, pero al definirlo, entenderlo, crearlo y usarlo, nos brinda beneficios reales. En nuestra cotidianidad, todos aceptamos dinero sin más si el monto es el que pretendemos.
Las primeras formas de dinero, llamado dinero primitivo, fueron mercancías que la gente se podían sentir a gusto de poder aceptar de forma genérica, desde especias, pieles, tabaco, alimentos no perecederos, a metales preciosos. La forma más avanzada de dinero primitivo fue este último que tomó forma de moneda y fue inventado en la Grecia antigua, en Lydia (hoy Turquía), hace ya 26 siglos. Lo que puede resultar llamativo es que las formas de dinero primitivo "no moneda" se mantuvieron en paralelo con el dinero moneda hasta el siglo XIX.
Se necesitaba un nivel de abstracción mayor para con el dinero para que el mismo fuera más divisible, más transportable, más fungible (indistinguible una forma de dinero de otra) y sobre todo más abundante. Así nace el dinero en papel, del cual todos nosotros lo experimentamos diariamente como billetes. No es que esta idea sea contemporánea, antiguos imperios de Egipto, Babilonia, India y China, los templos y palacios a menudo tenían depósitos de mercancías por los cuales emitían certificados de depósito como garantía de un posible reclamo sobre una parte de los bienes almacenados, una forma de "dinero representativo".
En 1971, EE. UU. le quita el patrón oro al dólar, con lo que esta moneda deja de tener soporte tangible directo. Generar dinero pasa a tener costo básicamente nulo y así se convierte en un objeto del que se puede generar todo lo que se necesite o quiera. Mientras el mercado opine que la emisión se da dentro de un marco de poder económico sólido, de disciplina fiscal, de fortaleza democrática, de legalidad institucional y poder militar, el dólar será entonces codiciado y representará valor real de intercambio. En síntesis, el dólar pasa a ser una moneda 100% fiduciaria sin canje por activos de productos básicos, administrada por la Reserva Federal, el Banco Central de los Estados Unidos. Este avance nos inserta en la época actual de lo que se donominada dinero fiat (dinero fiduciario), cuyo valor queda determinado básicamente por la oferta y la demanda y la fe del mercado en su valor y es hoy lo que en todos los países implementan.
Así el dinero fiat se transforma en el principal lubricador de la revolución tecnológica, de la globalización, de una generación de valor y crecimiento nunca antes vista por la humanidad. Mientras nuestros bisabuelos nacieron y murieron en casi el mismo mundo, nuestras generaciones lo hacen y harán en un mundo muy diferente al que han nacido. Nada de esto hubiera sido posible sin sus carreteras fluidas de medios de intercambio donde las monedas y en particular la moneda "dólar" ha sido rey: ante el crecimiento económico, más dinero; ante más dinero, más posibilidades de comercio, en fin, una espiral de generación de valor que parece no tener fin.
Wikipedia nos brinda un excelente resumen de las las funciones que cumple hoy el dinero:
En América Latina son 200 millones las personas que están fuera del sistema financiero y al menos 2000 millones en el mundo. ¿Cómo lograr una inclusión universal al mercado global?
Las primeras formas de dinero, llamado dinero primitivo, fueron mercancías que la gente se podían sentir a gusto de poder aceptar de forma genérica, desde especias, pieles, tabaco, alimentos no perecederos, a metales preciosos. La forma más avanzada de dinero primitivo fue este último que tomó forma de moneda y fue inventado en la Grecia antigua, en Lydia (hoy Turquía), hace ya 26 siglos. Lo que puede resultar llamativo es que las formas de dinero primitivo "no moneda" se mantuvieron en paralelo con el dinero moneda hasta el siglo XIX.
Se necesitaba un nivel de abstracción mayor para con el dinero para que el mismo fuera más divisible, más transportable, más fungible (indistinguible una forma de dinero de otra) y sobre todo más abundante. Así nace el dinero en papel, del cual todos nosotros lo experimentamos diariamente como billetes. No es que esta idea sea contemporánea, antiguos imperios de Egipto, Babilonia, India y China, los templos y palacios a menudo tenían depósitos de mercancías por los cuales emitían certificados de depósito como garantía de un posible reclamo sobre una parte de los bienes almacenados, una forma de "dinero representativo".
En 1971, EE. UU. le quita el patrón oro al dólar, con lo que esta moneda deja de tener soporte tangible directo. Generar dinero pasa a tener costo básicamente nulo y así se convierte en un objeto del que se puede generar todo lo que se necesite o quiera. Mientras el mercado opine que la emisión se da dentro de un marco de poder económico sólido, de disciplina fiscal, de fortaleza democrática, de legalidad institucional y poder militar, el dólar será entonces codiciado y representará valor real de intercambio. En síntesis, el dólar pasa a ser una moneda 100% fiduciaria sin canje por activos de productos básicos, administrada por la Reserva Federal, el Banco Central de los Estados Unidos. Este avance nos inserta en la época actual de lo que se donominada dinero fiat (dinero fiduciario), cuyo valor queda determinado básicamente por la oferta y la demanda y la fe del mercado en su valor y es hoy lo que en todos los países implementan.
Photo @jikatu |
Así el dinero fiat se transforma en el principal lubricador de la revolución tecnológica, de la globalización, de una generación de valor y crecimiento nunca antes vista por la humanidad. Mientras nuestros bisabuelos nacieron y murieron en casi el mismo mundo, nuestras generaciones lo hacen y harán en un mundo muy diferente al que han nacido. Nada de esto hubiera sido posible sin sus carreteras fluidas de medios de intercambio donde las monedas y en particular la moneda "dólar" ha sido rey: ante el crecimiento económico, más dinero; ante más dinero, más posibilidades de comercio, en fin, una espiral de generación de valor que parece no tener fin.
Wikipedia nos brinda un excelente resumen de las las funciones que cumple hoy el dinero:
El dinero es un activo financiero neutro o plenamente líquido, que sirve de plataforma intermedia para optimizar el intercambio bienes y servicios, evitando las inexactitudes propias del trueque, es decir, del intercambio directo de bienes y servicios. Por tanto, para que un bien pueda ser calificado como dinero se deben satisfacer los siguientes tres criterios y que son las tres principales funciones que cumple el dinero en un sistema económico moderno:
- Medio de intercambio: para evitar las ineficiencias de un sistema del trueque. Cuando un bien es requerido con el solo propósito de usarlo para ser intercambiado por otras cosas, posee esta propiedad. Además, el dinero debe ser un bien ligero y fácil de almacenar y de transportar.
- Unidad de cuenta: Cuando el valor de un bien es utilizado con frecuencia para medir y comparar el valor de otros bienes o cuando su valor es utilizado para denominar deudas, se dice que el bien posee esta propiedad. La unidad de cuenta significa que es la unidad de medida que se utiliza en una economía para fijar los precios.
- Conservación de valor: Cuando un bien es adquirido con el objetivo de conservar el valor comercial para futuro intercambio, entonces se dice que es utilizado como un depósito de valor. El dinero es un depósito de valor pero no el único, cualquier activo que mantenga su poder adquisitivo a lo largo de tiempo servirá como depósito de valor.
¿Son las monedas fiat el fin de la historia o se viene un concepto de moneda más a tono a las necesidades de nuestro siglo XXI que con sus avances tecnológicos hará posible una nueva versión de dinero?
Vivimos en carne propia como una moneda fiat se puede hacer trizas rápidamente. En la Argentina de 2001, sus ciudadanos pierden la confianza en su gobierno y retiran en masa sus ahorros. El gobierno de turno anuncia el corralito que conlleva al fin de la convertibilidad y la pérdida brusca de su valor: de la paridad al dólar, el peso argentino pasa rápidamente a valer 4 pesos por dólar.
¿Por qué entonces confiar en una autoridad central para siempre y por siempre? Ante dificultades, un Estado puede imprimir billetes para financiar su ineficiencia en vez de hacer cambios estructurales. Entonces, ¿cómo mejor protegernos de la tentación inflacionaria?
¿Cómo reducir las tasas de interés, las comisiones por transferencias y las de pagos por medios electrónicos (tarjetas de crédito, etc.)?
En América Latina son 200 millones las personas que están fuera del sistema financiero y al menos 2000 millones en el mundo. ¿Cómo lograr una inclusión universal al mercado global?
¿Cómo lograr micro préstamos y micro pagos para más de 7000 millones de personas de forma ágil y costos bien reducidos hacia todos los usuarios?
¿Tiene la revolución en las tecnologías de la información algo nuevo para aportarle a la historia del dinero?
Protocolos matemáticos inviolables, criptografía, la teoría de juego, tecnologías "peer-to-peer", computadoras de alto rendimiento con energía disponible casi sin límite, internet, redes sociales y dispositivos móviles conectados a escala de toda la humanidad es la combinación que resalta al siglo XXI. Sin fronteras ni de países, ni sociales y sin barreras de acceso, un nuevo salto tecnológico, otro concepto aún menos palpable de dinero nace: las criptomonedas.
Mi siguiente publicación: Bitcoin: La digitalización de la confianza
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