MI ENCUENTRO CON UN LOBO MARINO 

Hoy día de tormenta con un despertar de mañana calma. Aún con mínima llovizna llegamos a la parada 5 para salir a nadar en la bahía de Maldonado.
Todas las imágenes en color generadas vía inteligencia artificial en base a mi historia.

   
La playa estaba prácticamente desierta, salvo por un curioso partido de una especie de "tenis fútbol" jugado con una red de reposeras, que en ausencia de clientes, encontraron su nuevo propósito.

Agua algo fría pero muy refrescante, por ahora solo nosotros cuatro en el mar.

Nadamos hasta Mailhos sin inconveniente alguno, disfrutamos la parada sobre el muelle. Estaba tan lindo que no daban ganas de volver y si de quedarse flotando.

Volvimos y arranqué tarde. Me había entrado agua en los lentes y quería asegurarme que no me fuera a pasar durante el regreso. No me duró mucho, a las pocas brazadas ya estaban algo inundados. Fui quedando entonces solo de regreso. Mis tres amigos ya los veía a la distancia…

¿Solo? Al menos creí estar solo. Una imagen negra de un tamaño similar al mio se desliza a toda velocidad por debajo mio. "Ah, esta agua que tengo dentro de los lentes me hace ver ilusiones"… Sigo nadado tranquilo, y otra vez…, por un costado y por otro.

Algo hay. ¡Solo no estoy! Me agarro a mi boya y sale una carita de lobo marino del agua (Lobo Fino Sudamericano, lobo fino) a solo un metro de la mía. Atino a decirle, ¡”hola”!

Supongo que ya esta, ya nos vimos las caras, se va a ir. Me pongo los lentes y comienzo a nadar nuevamente envuelto en mi traje naranja. Me vuelve a pasar por abajo, por el costado, sigue y sigue.


Se ve que se está divirtiendo conmigo, o al menos eso espero.

Vuelvo a parar y vuelve a salir y nos miramos. "Hola", pero no me responde.

Veo un kayak y le chiflo para que venga. Cuando llega le digo que es para que viera el lobo (en mis adentros es para no estar solo). Ahora vuelve a salir y nos mira.

Me agarro del Kayak, ya al menos me siento acompañado. Así unos minutos, pero el Kayak decide irse.

Me vuelvo a quedar a solas con "mi amigo" el lobo marino. Pasa a no muy lejos otro nadador pero no mi intercambia. ¿Qué le llamará la atención de mi? ¿Estaría aburrido? ¿Serán mi boya y traje naranjas?

Y bueno, ya está. Vuelvo a nadar pero ahora directo hacia la costa, me sigue por un rato y luego ya mas cerca de las arenas me suelta.

Hace unos años nadé y buceé en la Isla de Lobos con cientos de ellos. (Adjunto una foto de esa experiencia que tomé con mi GoPro).
Foto con mi GoPro en la expedición a Isla de Lobos en 2021

¡Por suerte! Ya que haber nadado con lobos marinos me permitió estar hoy más en calma. Igual no es lo mismo estar en una una expedición organizada con muchos acompañándote que solo en el medio del mar con una animal salvaje aunque sepas no agresivo.

Una mañana especial, una experiencia única e inolvidable que me recordó la belleza y sorpresa que la naturaleza siempre nos puede tener reservada.

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